viernes, 14 de junio de 2024

VALOR PERSONAL: ¿CUÁNTO TE VALORAS?

 



Todos tenemos temas favoritos de los que nos encanta hablar y nos gusta aprender. En mi caso, me cautiva el tema sobre la valía personal, considero que es porque en un momento de mi vida, me sentía perdida y no me daba cuenta de mi valor. Por ello, poner en juego el valor personal es algo que no debería pasar por nuestro cerebro, ni siquiera como una ráfaga de luz.  En ocasiones tendemos a creer que valemos menos de lo real, y eso no es así. El valor es algo interno, intrínseco que viene contigo por el solo hecho de haber nacido. Ser valiosa, ser valioso es tomar consciencia que todo empieza por casa, porque si tú no te valoras, nadie lo hará por ti. Por ello, cuando una persona reconoce su propio valor, tiende a establecer límites más saludables y a buscar relaciones que nutran su autoestima.

Es esencial que estés consciente de todo eso que has logrado a lo largo de tu vida, reconociendo tanto tus grandes hitos como las pequeñas victorias, porque cada paso cuenta y contribuye a la construcción de tu identidad y autoestima. 

Ahora bien, la valía de una persona no se mide por su riqueza material o su estatus social, sino por sus cualidades humanas, su capacidad de amar, su empatía y su generosidad. Cada persona tiene un valor único e invaluable que no puede ser cuantificado en términos monetarios. Todos tenemos algo especial que aportar al mundo y es fundamental reconocer y valorar nuestra propia preciosidad. 

En consecuencia, el amor propio y la autoestima son primordiales para reconocer nuestro valor personal. Aprender a valorarnos a nosotras mismas y a aceptarnos tal como somos nos ayuda a construir una sólida autoestima que se refleja en todas nuestras acciones y relaciones. Debemos recordar que, somos únicas y especiales, enriquecidas por nuestras experiencias y virtudes, y que merecemos respeto y reconocimiento.

Sin embargo, la sociedad actual suele valorar a las personas en función de su éxito profesional, su apariencia física o su estatus social, lo cual puede afectar la percepción que tenemos de nosotras mismas. No obstante, nuestra valía no se limita a estos aspectos superficiales, sino que proviene de nuestra autenticidad, nuestra capacidad de superación y nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Así pues, nadie tiene el derecho de menospreciarte o de hacerte sentir inferior, debido a que cada persona merece ser tratada con respeto y dignidad. Tu valía no depende de la opinión de los demás, sino de tu propia percepción y de cómo te valoras. Debes aprender a ser tu mejor aliado, tu mejor aliada y a creer en tus capacidades y en tu potencial.

Por esa razón, es básico reconocer que nuestro valor no tiene precio y nos ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la vida y a enfrentar los desafíos con mayor confianza y determinación. Cuando nos valoramos a nosotras mismas, somos más capaces de valorar a las demás personas y de construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la aceptación. Cultivar una autoestima saludable es fundamental para nuestro bienestar emocional y para alcanzar nuestra plenitud como humanos.

El tiempo me ha enseñado a valorar, a respetar y celebrar el potencial que tiene cada persona para hacerle frente a las circunstancias de la vida, valoro el autoconcepto que tienen de sí mismas, sin importar las palabras negativas de los demás, me complace verlas festejar sus logros y demostrarse a sí mismas las habilidades y capacidades que las hacen especiales.

Es tiempo de recordar la fuerza y el valor que llevamos dentro. El amor propio no es un lujo, es una necesidad. Cada persona es única, con talentos, sueños y virtudes que merecen ser celebrados. Cultivar el amor propio significa reconocer tu valía, cuidar de ti misma, de ti mismo y ser amable con tu interior. No permitas que las dudas o las voces externas te digan quién eres o lo que debes ser. Haz de tu bienestar emocional y físico una prioridad. Rodéate de personas que te inspiren y eleven tu espíritu. Practica la gratitud por todo lo que eres y por todo lo que has logrado.

Recuerde que, amarse a sí mismo, no es egoísmo, es la base para poder dar amor a otros. Permítete brillar, crecer y ser la mejor versión de ti mismo, de ti misma. Mereces cada momento de felicidad y cada paso hacia tus sueños.

Cultiva el amor propio, ámate incondicionalmente y nunca subestimes el poder transformador de tu propia valía.


Norys Zerpa


martes, 4 de junio de 2024

ACÉPTATE Y ÁMATE TAL COMO ERES!

 


El amor propio es la capacidad de valorarse a uno mismo, de reconocer nuestras cualidades y aceptar nuestras imperfecciones. Es la base fundamental de una buena autoestima, ya que nos permite sentirnos seguros de nosotros mismos y confiar en que somos capaces de superar cualquier obstáculo que se nos presente en la vida. El amor propio nos ayuda a establecer límites sanos en nuestras relaciones y a no depender del reconocimiento de los demás para sentirnos felices.

Asimismo, el amor propio es la base de la salud mental y emocional de una persona. Cuando una persona tiene un buen nivel de amor propio, se valora a sí misma, se respeta y se acepta tal como es. Esto le permite establecer límites sanos, tomar decisiones que favorecen su bienestar y aprender a cuidarse a sí misma.

La autoestima, por otro lado, es la evaluación que hacemos de nosotros mismos a nivel emocional, cognitivo y conductual. Una autoestima saludable nos permite manejar de forma adecuada las críticas y los fracasos, y nos ayuda a mantener una actitud positiva frente a la vida. Cuando valoramos y respetamos nuestra persona, somos capaces de establecer metas realistas y trabajar en alcanzarlas sin caer en la autocomplacencia o la autocrítica excesiva.

El amor propio y la autoestima se construyen a lo largo de nuestra vida a través de nuestras experiencias, nuestras relaciones y nuestros pensamientos. Es importante cultivar el autocuidado emocional y aprender a valorarnos de forma incondicional, independientemente de los errores que hayamos cometido en el pasado. Cuando nos aceptamos y nos queremos tal y como somos, somos capaces de vivir una vida plena y feliz, sin depender del juicio de los demás para sentirnos realizados.

Por consiguiente, el amor propio y la autoestima son fundamentales para nuestro bienestar emocional y nuestra felicidad. Cultivarlos requiere de trabajo y dedicación, pero los beneficios que obtenemos al amarnos a nosotros mismos son incalculables. Aprender a valorarnos, a cuidarnos y a respetarnos es la mejor inversión que podemos hacer en nuestra vida, ya que nos permite ser más felices, más seguros de nosotros mismos y más capaces de enfrentar los desafíos que se nos presenten en el camino.

También, el amor propio y la aceptación están estrechamente relacionados, ya que el amor propio es la base para poder aceptarse a uno mismo. Cuando una persona se ama a sí misma, se acepta tal como es, con todas sus virtudes y defectos.

El amor propio implica tener una actitud positiva hacia uno mismo, valorarse, respetarse y cuidarse. Esto permite a la persona aceptarse tal como es, sin intentar cambiar o pretender ser alguien que no es.

Así pues, la aceptación es fundamental para cultivar el amor propio. Aceptar nuestras imperfecciones, errores y limitaciones nos permite aceptar también nuestras cualidades y virtudes, de manera equilibrada.

El amor propio y la aceptación se refuerzan mutuamente. A medida que una persona se ama a sí misma, es más fácil aceptarse y viceversa. Ambos aspectos son fundamentales para una buena salud emocional y bienestar personal.

Acéptate y ámate tal como eres, sin juicios y sin prejuicios. Vive, ama y sé feliz.


@noryszerpacoach